Al igual que ocurre en la dislexia, los niños que sufren este trastorno poseen una capacidad intelectual normal, es decir, la capacidad para afrontar los aprendizajes escolares de los primeros años es adecuada excepto para el área específica del razonamiento numérico y la capacidad aritmética. Además, tampoco existe una lesión o enfermedad adicional que explique el trastorno.
Los síntomas que pueden aparecer son muy extensos. Podemos encontrar desde confusiones con números y signos hasta problemas en las numeraciones o series numéricas, pasando por incapacidad para entender planteamientos de problemas o realizar encolumnamiento erróneo en las operaciones.
Existen numerosos tipos de intervenciones pero podemos englobarlos según el área al que afecten:
- Área psicomotriz: ejercicios perceptivo-motores
- Área cognitiva: Ejercicios de simbolización, sustitución paulatina de la manipulación directa de números por representaciones simbólicas, mejora de la atención...
- Área pedagógica: ejercicios específicos de cálculo
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